Parece mentira que hoy en día, en un mundo en el que el sexo está presente en películas, libros e incluso música, este siga siendo un tabú. Es cierto que las cosas han cambiado mucho respecto a hace unas décadas, porque al menos ahora las mujeres pueden hablar de su sexualidad sin que las tilden de frescas o de fulanas, y que todo el mundo puede hablar de sexo con total normalidad.
Si lo miramos desde esa perspectiva, resulta indudable que hemos avanzado mucho, pero únicamente porque andábamos muy atrasados. La muestra de que la normalización sexual aún no ha culminado podemos verla en los tabús que aún existen alrededor de elementos sexuales como los juguetes eróticos.
Este es un gran ejemplo porque aunque a muchos les parezca mentira, los juguetes eróticos tienen muchísima historia. No nacieron como resultado de la libertad ganada durante los últimos años, como algunos piensan.
Sin ir más lejos, los primeros consoladores datan de la edad de piedra, y los primeros vibradores, de la época victoriana.
A pesar de esa larga historia, el tabú aún permanece, aunque con mucha menos fuerza que años atrás. Hemos dejado atrás el prejuicio que tachaba el sexo por placer de sucio e inmoral, pero curiosamente, muchas personas aún se sonrojan al hablar de juguetes eróticos, como si fueran algo obsceno y completamente innecesario.
Lo que todas esas personas no saben es que los juguetes sexuales, lejos de ser innecesarios, pueden llegar a salvar la vida sexual de una pareja, a aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo e incluso a ayudarnos a conseguir relaciones sexuales más satisfactorias.
La base de cualquier buena relación sexual es el conocimiento del propio cuerpo. Si no conoces tu cuerpo, lo que te gusta y lo que no… ¿Cómo vas a poder explicarle a tu pareja lo que quieres y lo que te hace disfrutar? Los juguetes sexuales que puedes utilizar solo o sola, como los consoladores femeninos masculinos, te ayudan a conocer tu cuerpo.
Cuando una pareja está empezando, todo es nuevo, por lo que no necesita demasiado para sentir pasión y emoción. El problema aparece a medida que el tiempo pasa, porque la rutina acaba absorbiéndolo todo.
Los juguetes eróticos ayudan a recuperar la pasión en la cama y el probar cosas nuevas con la pareja ayuda a que uno se dé cuenta de que no está todo hecho y que quedan muchas cosas por vivir, y no únicamente en el plano sexual.
El sexo se parece a un deporte, y no sólo porque te haga hacer ejercicio y sudar. El sexo también requiere de entrenamiento; sólo con la práctica se mejora, tanto a nivel mental como físico. Por eso, el uso de juguetes eróticos ayudan a que tanto hombres como mujeres rindan mejor a nivel sexual (más duración, más elasticidad vaginal, mayor confianza en la pareja…).
Que los orgasmos ayudan a liberar estrés no es una creencia, es un hecho. ¿Qué mejor manera de empezar o de terminar el día que con un orgasmo? Los juguetes sexuales nos brindan esa posibilidad aunque estemos solteros o no vivamos con nuestra pareja.
¿Quién iba a decir que un pequeño objeto como un vibrador podría ser tan beneficioso?
Seguro que después de conocer todo lo que los juguetes eróticos pueden hacer por ti, los ves de una manera completamente distinta, así que no lo dejes en teoría y comprueba por ti mismo los beneficios de estos juguetes.
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